Agroturismo Txikenekoa

Un enclave genial y una situación perfecta y una dueña encantadora

Jose María Chamorro Sánchez

Escogimos txikenekoa, porque estaba en el centro geográfico de los lugares que queríamos visitar: Euzkadi, Navarra y Pamplona y venimos más que encantados. La casa tiene todo aquello que se pueda necesitar y aunque comíamos casi siempre fuera, podíamos haberlo hecho en la casa sin ningún problema. El panadero pasa cada día, incluso domingos, a ls 8:45 y para en la misma puerta de la casa, lo que nos venía bien los días que salíamos ya desayunados. Los vecinos un encanto y nos sentíamos como en casa, siempre es agradable que te den los buenos días al cruzarte, somos de pueblo y nos encanta. Gregori, la dueña, un encanto, nos recibió y nos enseñó todo el pueblo con lo que desde el primer momento estuvimos situados. Gracias a ella y sus informaciones pudimos hacer una visita teatralizada el Monasterio de Irantzu y descubrimos el impresionante puerto de Lizárraga que no estaba en nuestras previsiones iniciales. Está siempre pendiente de todo y te pasa información de multiples actividades de la zona. En la casa también tiene preparada documentación que hace muchos más fácil visitar cualquier lugar de la zona y que nos fue de mucha utilidad, aunque ya llevábamos muchas rutas preparadas. La casa es también casi un museo de útiles antiguos, perfectamente numerados y catalogados, una decoración muy útil para recordar de donde venimos. El último día nos regaló una enorme calabaza que ha recorrido con nosotros los más de 1.000 kms. de distancia. Muchas gracias por todo Gregori y especialmente por estar siempre pendiente de nosotros. Si volviéramos algún día a la zona ya tenemos elegido el alojamiento.

Hemos estado muy a gusto ¡Un 10!!

Doris Maria Martínez Castellanos

Hemos estado quince días como en nuestra propia casa con nuestra perrita. Un acierto elegir este alojamiento. Excepcionales vistas desde el pueblo. La casa muy limpia y bien equipada. La propietaria Gregori muy amable y atenta en todo momento. El pueblo es muy tranquilo. Hay cabras que les gustan que les den pan jeje. Además se pueden hacer rutas por senderos que suben a las montañas de Andia y un poco más al lado Urbasa, donde se encuentran muchos caudales de agua que filtran por las montañas, agua potable riquísima. También se ven numerosos rebaños de vacas y manadas de caballos pastando tranquilamente por el valle. Ahí las gentes suelen acampar en familias en un entorno apacible. Ademas, ni hablar de la gastronomía que es formidable con menús y productos sorprendentes y precios increíbles. Ah! y el detalle de las lechugas frescas del huerto y los huevos frescos de las gallinas de Gregori jeje. Nos hemos venido con muchos deseos de volver a esta casa, y además, para seguir conociendo lugares y pueblos de gran belleza de Navarra. Muchas gracias por todo Gregori, ha sido un verdadero placer nuestra estancia que esperamos se repita.

un lugar mágico entre montañas

Raquel De La Cruz

Es un lugar mágico, con una paz increíble, ideal al que le guste la tranquilidad, y la belleza de lo natural. Hay un montón de actividades y la comunicación es excelente para desplazarte sin problemas. He estado con una amiga, mi hija y mi perrilla. La dueña muy amable y hospitalaria, un sol. Las personas del pueblo muy agradables. Totalmente recomendable.

Genial!

Iris Chery

He ido a pasar un fin de semana con mis dos perras (pastor aleman y golden retriever) y lo hemos pasado genial! La dueña muy amable nos ha hecho sentir como en casa, me ha explicado un montón de rutas para hacer que gracias a sus explicaciones he encontrado sin problemas! El entorno ideal, pues la casita se encuentra muy cerca de todo pero evitas el bullicio de lo turístico, así descansas la mar de bien, sin un solo ruido. La gente del pueblo muy amable y también me han recomendado sitios que visitar teniendo en cuenta que iba con las dos perras. De verdad, lo recomiendo y nosotras repetiremos sin dudarlo! Muchas gracias y hasta pronto!!