El Portal de Moratalla

El Portal de Moratalla es el nombre que recibía esta casa ya en el siglo XIX. Se trata de una casa solariega de campesinos con tierras de labranza en el valle de Moratalla y que ha sido modificada con el tiempo para acomodar los gustos modernos.

Por ejemplo, la chimenea que ahora cuenta con una estufa de leña, fue en época y hasta entrado el siglo XX la cocina del hogar, y el dormitorio del piso superior era una cámara para almacenar productos de la tierra a lo largo de todo el año.

Fue construida usando uno de los muros de la ciudad, sobre la cara norte de esta escarpada colina defensiva, la casa cuenta con unas vistas privilegiadas de todo el valle con sus vegas y huertas y las sierras cercanas.

Esta casa-muro está a escasos metros del hermoso Castillo de Moratalla, que perteneció a la Orden de Santiago y que ha sido reformado recientemente. Callejones, recovecos, cuestas, escalinatas y esquinas típicas, la geografía urbana de Moratalla recuerda a las construcciones de las Alpujarras granadinas y nos retrotrae a las ciudades y asentamientos elevados de la época ibera prerromana, periodo de intensa actividad agrícola y cultural en estas montañas y valles.

Moratalla es un lugar ideal desde el que visitar antiguas pinturas rupestres, hacer bicicleta o senderismo cerca de varios ríos cristalinos, o subir a la escarpada y boscosa sierra. Está al pie de las últimas estribaciones de la sierra Bética y domina el altiplano del Segura.

Desde aquí puedes visitar restos iberos y romanos, bodegas en las cercanas Bullas y Cehegín, o deleitarte en restaurantes locales en este verdadero cruce de caminos gastronómicos entre la cocina murciana, la andaluza y la manchega.

A muy poca distancia está la concurrida e histórica ciudad de Caravaca de la Cruz (ciudad templaria y de los famosos “Caballos del vino”) y Calasparra, centro de producción del famoso arroz “bomba”.

Consta de dos dormitorios, terraza y chimenea, tiene una localización única en la ladera norte del castillo de Moratalla.

Es un refugio rural espectacular que te transportará a la vida sencilla de pueblo. Con vistas al valle del Alhárabe y del Segura, desde la casa se pueden realizar distintas rutas de exploración de la zona.

Es un espacio acogedor que ha conservado la arquitectura auténtica de la zona, de piedra, madera y yesos, y al mismo tiempo ofrece todas las comodidades modernas: cocina de gas, lavadora, chimeneas de hierro forjado, ducha con hidromasaje, hedredón de pluma.

Además también disponemos de aire acondicionado, chimenea, juego de toallas, etc.

En nuestro alojamiento podrás pasar un agradable fin de semana, un puente, unas vacaciones, o sencillamente unos cuantos días en compañía de tu pareja, tu familia, o tus amigos.