Muy cerca del mar Mediterráneo, pero en un terreno muy montañoso, se encuentra el espacio natural de Xorret de Catí, en el término municipal de Castalla (L’Alcoià, Alicante). Tiene un gran valor ambiental y mucha belleza paisajística, con bosques de pino carrasco y matorral entre cumbres con alturas superiores a los 1.200 metros, destacando las sierras del Maigmó y del Fraile, así como cresterías espectaculares y cortados rocosos sorprendentes.
En el corazón de este rincón verde, siguiendo la carretera de Petrer a Castalla, hay un área de aparcamiento junto a la estatua de bronce de un ciclista y un edificio en el que podremos leer las indicaciones a un “hotel” y una “cafetería”, pese a que ambos establecimientos están cerrados. Si no sabemos qué es, nos parecerá una construcción más, sin vida, que se ha quedado ahí, en medio de la montaña, como el rastro de un negocio que no funcionó o no se supo gestionar. Pero lo cierto es que tiene una historia detrás de lo más peculiar.
Una residencia vacacional que no tuvo mucho éxito
Se trata de una antigua residencia vacacional que se construyó en los años setenta, durante la dictadura franquista, para los trabajadores de Radio Televisión Española. En sus instalaciones tiene hasta un hórreo que se transportó, por piezas, desde Asturias.
Seguramente los trabajadores encontraron allí un lugar plácido y tranquilo en el que desconectar del estrés de la actualidad informativa, pero parece que muchos no lo acabaron de valorar en un momento en el que se bombardeaba a los turistas con las campañas de “sol y playa” en Alicante y en su Costa Blanca y la mayoría prefirió la arena, la sombrilla y las masificaciones a la paz de la naturaleza más salvaje. Y es que, pese a estar a escasos 50 kilómetros de la costa, la orografía de Xorret de Catí hace que el viaje en coche se alargue unos tres cuartos de hora.
El poco éxito que acabó teniendo entre los trabajadores hizo que RTVE le pasara el edificio a la Diputación de Alicante. Esta externalizó su gestión, de forma que se abrió un hotel y una cafetería que tuvo una buena acogida inicial, pero tampoco supo fue capaz de aguantar el paso de los años y acabó cerrando definitivamente en 2012.
En la actualidad, la cosa parece que vuelve a moverse y el edificio podría tener una nueva vida . La Diputación de Alicante está trabajando en un proyecto para convertir Xorret de Catí en un reclamo para el turismo de interior. En él se incluye una intervención en el antiguo hotel para que recupere su actividad y forme parte de un complejo de ocio en el entorno natural, presumiblemente en forma de concesión administrativa a un grupo hotelero. Está por ver en qué se concreta, cómo y cuándo.
Un puerto de montaña mítico de la Vuelta a España ciclista
Xorret de Catí es un paraje natural muy querido por los valencianos amantes de la montaña. Y si hay un momento que se vive de manera especial y que acoge a muchos visitantes es durante la Vuelta a España ciclista. En varias ocasiones ha acogido etapas de la competición por su puerto de montaña con pronunciados desniveles y también es destino habitual de amateurs que quieren ponerse a prueba y entrenar la fuerza y la resistencia.
Fruto de esta relación con la bici, desde 2003 hay una escultura de bronce, el “Monumento al Ciclista”, que rinde homenaje a este deporte y a sus aficionados y representa el esfuerzo realizado para llegar a la cumbre. En su pie, se detallan todos los corredores que han ganado aquí una etapa de la Vuelta a España: desde Chava Jiménez hasta Julien Alaphilippe.
O quizás deberíamos hablar en pasado. Porque a las curiosidades de Xorret de Catí tenemos que sumarle el robo en 2023 de esta pieza de… ¡300 kilos y unas medidas de 175x55x178 centímetros! El sorprendente caso está bajo procedimiento judicial y la Diputación de Alicante ya manifestó su intención de restituir el monumento.
Tres planes imprescindibles en Xorret de Catí (y alrededores)
El paraje natural de Xorret de Catí aguarda con multitud de rutas de senderismo –la mayoría parten de la zona del aparcamiento y viejo hotel- y otras actividades de aventura. Si vais con sigilo, podríais toparos con algún jabalí o con un ejemplar de arruí, que es una cabra salvaje oriunda de África que se introdujo aquí con fines cinegéticos; también hay jinetas, tejones o gatos monteses, además de aves rapaces como el águila real, el halcón peregrino o el búho real.
El nombre del lugar viene de la existencia de una antigua mina de agua de la que brota un “xorret” (chorro, en valenciano). Con ella se abastecía a las masías de los alrededores y hoy está restaurada con fines recreativos. ¿Qué es lo que no deberías perderte en Xorret de Catí y alrededores? Hay van algunos planes:
–Ruta de Xorret de Catí al Despeñador. Es una de las más típicas del lugar, señalizada como PR-CV 28 (marcas blancas y amarillas). Sale del aparcamiento y sube hasta el Alto del Despeñado, a 1.261 metros, siguiendo una pista forestal y un pequeño tramo de senda escarpada. Son unos 7 kilómetros y un desnivel positivo de 300 metros. Arriba hay un vértice geodésico desde el que podemos contemplar una precisa panorámica de la hoya en la que está Xorret de Catí, con el mar como telón de fondo.
–La Vía Ferrata de Xorret de Catí. Los amantes de la escalada tienen una vía equipada que está catalogada como K3 (algo difícil). No es muy larga, pero es vertical y tiene una parte inicial algo desplomada. Es una manera de ascender rápidamente y tener unas vistas impresionantes de los alrededores. Está muy bien equipada, pero es imprescindible llevar el material adecuado para hacerla: arnés, casco y disipador.
–Comer “gazpachos manchegos” en Castalla. Pese al nombre, esta comida tiene mucha tradición en las montañas de Alicante, especialmente en esta zona. Hay varios restaurantes en los que podremos degustar este contundente manjar, pero destaca el famoso “El Vizcayo”, que mezcla embutido y gazpachos sin límite y con un precio cerrado. ¡Ideal para ir con hambre después de pasar la mañana en el monte!
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